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El bibliotecario es responsable por la gestión de informaciones a través de técnicas de organización, clasificación y catalogación, pudiendo trabajar en diferentes sectores del mercado de trabajo. Además de ejercer su función en las bibliotecas tradicionales, una nueva tendencia en el siglo XXI es la actuación de este profesional en el área de Ciencias de la Salud.

Actualmente, los profesionales de la salud necesitan contenidos relevantes con acceso rápido, pero de fuentes confiables. En este escenario, el bibliotecario clínico se presenta como una pieza clave en este proceso de búsqueda, selección y evaluación de las informaciones más adecuadas para la toma de decisiones.

¿Quieres saber más sobre el perfil de este profesional? En este artículo, descubrirás cuales son las habilidades y características esenciales para un bibliotecario que desea actuar en biblioteconomía clínica. Además, conocerás su campo de actuación en el área de la salud.

El origen

El término Biblioteconomía Clínica se utilizó por primera vez, en 1973, en el Encuentro Anual de la “Medical Library Association”, en los Estados Unidos, por Gertrude Houser Lamb. Al darse cuenta de la distancia existente entre la práctica médica y los procedimientos y las respuestas a las cuestiones clínicas basadas en resultados de investigaciones en la literatura, ella consigue identificar esta nueva área de actuación para el bibliotecario.

En Brasil, las bibliotecas de la “Fundação das Pioneiras Sociais” iniciaron, en 1983, el Programa de Biblioteconomía Clínica. El objetivo del proyecto era detectar las verdaderas necesidades informativas del personal clínico, mejorar el atendimiento al paciente y proporcionar interacción entre profesionales de la salud y profesionales de la información. 

Campo de actuación

Para actuar como bibliotecario clínico, el profesional debe obtener el título de bachiller en el curso de Biblioteconomía – curso con duración de cuatro años – y luego llevar a cabo una especialización en gestión del conocimiento en salud. 

El campo de actuación de este profesional esta fuera del espacio físico de la biblioteca. El hace parte integrante de los equipos médicos/clínicos o multiprofesionales de la salud en el ámbito hospitalario, participando en todo el tratamiento de los pacientes. Por lo tanto, en este proceso de rondas médicas, los bibliotecarios extraen informaciones y evidencias robustas sobre el caso para realizar una investigación especializada. Siendo así, el actúa directamente entre las necesidades establecidas y el equipo médico.  

Principales responsabilidades

• Analizar, recuperar, organizar, almacenar, administrar y difundir informaciones de salud;

• Realizar investigaciones y búsquedas bibliográficas para profesionales del área de la salud;

• Identificar y comprender las necesidades del profesional de la salud;

• Investigar y auxiliar al equipo en la búsqueda por las mejores evidencias científicas para la toma de decisiones; 

• Participar de todo el tratamiento de los pacientes en compañía del médico, en sus rondas;

• Es responsable por los resultados publicados sobre la investigación científica a la comunidad médica;

• Apoyar con ideas, soluciones de problemas y en la toma de decisiones.

Principales características y habilidades

• Estar interesado en contenidos relacionados con Ciencia de la Salud y Ciencia de la Información. Investigar por temas que se tiene más afinidad, puede hacer con que el trabajo desarrollado durante el proceso de búsqueda de informaciones sea más estimulante.

• Tener una buena relación interpersonal y facilidad de trabajar en equipo son características fundamentales para alcanzar los mejores resultados del proyecto, puesto que este profesional trabajará junto con los médicos. Por lo tanto, es importante que todos estén en la misma sintonía.

• Ser proactivo es esencial para el bibliotecario clínico. Su objetivo es buscar informaciones y llevar la biblioteca – contenidos investigados – a otros profesionales incluso antes de ser solicitado.

• Capacidad analítica y crítica para evaluar una literatura. Es importante saber cómo interpretar los datos e identificar las mejores evidencias que serán utilizadas.

• Facilidad de transmisión de conocimiento, dado que necesita tener la capacidad de explicar conceptos relacionados con la investigación a profesionales de la salud que desconocen la didáctica y los mecanismos de búsqueda.

• Habilidad en la comunicación oral y escrita para transmitir informaciones con claridad.

• Capacidad de formular preguntas y cuestionar. El bibliotecario tradicional generalmente proporciona respuestas cuando solicitado, pero el perfil de este nuevo profesional es de formular preguntas mediante el interés en aprender contenidos clínicos y científicos.

• Tener conocimiento/nociones básicas sobre términos médicos, de anatomía, fisiología y epidemiología.

• Saber manejar las herramientas de búsqueda en bases de datos, en métodos y estrategias investigativas de acuerdo con el tema determinado.

• Tener conocimiento en gestión de proyectos será importante para el desarrollo de los proyectos en conjunto con equipos médicos.

• Comprender y utilizar recursos tecnológicos de sistemas para administrar las informaciones.

• Conocimiento de la lengua inglesa, dado que es el idioma considerado como la "lengua de la ciencia". La gran mayoría de los artículos científicos están en inglés.

Frente a un mundo globalizado y con rápida difusión de informaciones, el bibliotecario clínico emerge como un importante profesional en la gestión del conocimiento. Por consiguiente, la Biblioteconomía Clínica surgió con la propuesta de apoyar y contribuir para el aprendizaje continuo y la toma de decisiones, indicando a los profesionales de la salud las mejores evidencias en la literatura científica.